PRESENTACIÓN POR RAFAEL ROMERO.
Esta
exposición de pintura, titulada “Sefarad, Paisajes de Nostalgia”,
muestra una selección de mis más recientes obras. Obras, que lejos
de conceptualizaciones excesivas y complejas, no responden más que a
una profunda vocación en la recuperación de aquellas maneras libres
y sinceras de la infancia. De hecho, me gusta hablar, creo que
definitivamente, irremediablemente, de mi pintura, de mi praxis
pictórica, como la de un “niño grande que pinta”. Y que pinta,
no podía ser de otra manera, sus más íntimas emotividades.
Actualmente, una gran convicción filo-judáica, me impulsa a concretar estas obras coloristas y libres con la pretensión de colaborar con mi granito de arena, en la necesaria
normalización, difusión y preservación de la cultura judía. En
otras ocasiones, mis habituales nomadismos me han llevado en esos caprichosos
viajes del destino, hacia el sur, lo andalusí, lo hindú, lo
himalayo y tantas otras aventuras que me hacen sentir al “otro”
como a mí mismo. Es rico, profundamente rico, atender la diversidad
humana, para vernos todos como el mismo hombre. En definitiva hay más
cosas que nos unen que las que nos separan. Todos amamos y sufrimos,
todos deseamos llegar a la felicidad y salir del sufrimiento,...al
final todos los folclores, músicas, estéticas, manifestaciones
culturales y espiritualidades hablan de lo mismo.
Con lo
“judío”, misteriosamente, ese atractivo en mí hacia las
culturas del mundo y sus espiritualidades se hace diferente pues lo siento como una realidad propia, algo muy íntimo y sentido. Mis amigos judíos, me hablan de ese atractivo hacia lo
judío como “la llamada de la sangre”,...no sé, simplemente es
algo que se siente y no puede explicarse. Yo no puedo pisar ninguna
judería sin experimentar “nostalgia”, tristeza, respeto. Yo, como
tantas personas, deseamos una normalidad en cuanto a que lo judío
forme parte con su presencia de nuestra sociedad, como ocurrió
antaño,...hasta que la ignorancia, truncó aquella cultísima y
osmótica relación de convivencia intercultural. Deseo con fuerza
seguir aprendiendo de mis amigos judíos y deseo que los silencios de
las juderías se llenen cuanto antes de los gritos lúdicos de los
niños sefaraditas. Por ello, además de formar parte de una red de
amigos del judaísmo, añado humildemente estas expresiones
pictóricas, iconografías de ciudades y casas de ventanas y puertas
cerradas y bahías y puertos de barquitos de ida, ojalá de vuelta.
Estas pinturas, muy “de dentro”, resultan mi profundo, nostálgico y a la vez esperanzador homenaje a nuestro, pues es de todos, querido Sefarad. El contexto de convivencia en tolerancia, amistad y admiración mutua entre las culturas, que se desarrolla en esta ciudad de Marbella, hace que sea el contexto ideal para esta muestra en la que pido para finalizar a todos los visitantes, que minimicen al pintor para darle plena categoría a la idea: el homenaje a Sefarad y el deseo de plenitud del judaísmo en España y en el mundo.
Estas pinturas, muy “de dentro”, resultan mi profundo, nostálgico y a la vez esperanzador homenaje a nuestro, pues es de todos, querido Sefarad. El contexto de convivencia en tolerancia, amistad y admiración mutua entre las culturas, que se desarrolla en esta ciudad de Marbella, hace que sea el contexto ideal para esta muestra en la que pido para finalizar a todos los visitantes, que minimicen al pintor para darle plena categoría a la idea: el homenaje a Sefarad y el deseo de plenitud del judaísmo en España y en el mundo.
Rafael
Romero.
PRESENTACIÓN POR RAPHÄEL COHEN. CÓNSUL HONORARIO DE ISRAEL EN ANDALUCÍA Y PRESIDENTE DE LA COMUNIDAD JUDÍA DE MARBELLA.
Como
Presidente de la Comunidad Judía de Marbella y como Cónsul
Honorario de Israel en Andalucía tengo el inmenso honor de presentar
esta exposición "Sefarad, Paisajes de Nostalgia" que
albergará el Museo Cortijo de Miraflores de nuestra ciudad.
Sefarad es el nombre de España en hebreo, y de Sefarad toman su nombre los Sefardíes, descendientes de los judíos originarios de España.
Sefarad es el nombre de España en hebreo, y de Sefarad toman su nombre los Sefardíes, descendientes de los judíos originarios de España.
La
vida judía en Sefarad tiene una larga historia: con la conquista de
la Península Ibérica por los musulmanes comenzó a partir del año
711 una edad de oro para los judíos en España. Los judíos
constituyeron en la España medieval una de las comunidades más
prósperas de su historia, tanto bajo el dominio musulmán como,
posteriormente, en los reinos cristianos, antes de que en 1492 fuesen
expulsados por los Reyes Católicos.
Esta
es la Sefarad que inspira la obra de Rafael Romero: la que ha
motivado al autor desde siempre y que supone para él un territorio
personal, de paz y de reencuentro.
La
nostalgia aparece con la Sefarad de calles vacías y de puertas y
ventanas cerradas, que es considerada por el autor como una parte
incompleta de la historia de España.
Los
judíos que fueron expulsados emigraron principalmente a Portugal (de
donde volverían a ser expulsados en 1497) y a Marruecos. Más
adelante, los sefardíes, descendientes de los judíos de España,
establecerían florecientes comunidades en muchos países y ciudades
de Europa, como Francia, Amsterdam, también en el Norte de África,
y, sobre todo, en el Imperio Otomano.
A
pesar de todo, hoy en día existe una cura para la nostalgia que
expresa Rafael Romero en su obra. Desde la promulgación de la
Constitución Española en diciembre de 1978 se garantizó
institucionalmente la libertad religiosa, ideológica y de culto. Por
fin fueron anuladas todas las restricciones a las minorías no
católicas en España. Por otra parte, acaban de cumplirse 20 años
de los acuerdos de colaboración entre el Estado Español y las
confesiones religiosas minoritarias (judíos, musulmanes y
evangélicos) y no sólo eso, sino que se ha anunciado que el
Gobierno concederá la nacionalidad española por carta de naturaleza
a todos los judíos sefardíes de todas las partes del mundo.
1978
también es el año de la constitución legal de la Comunidad Judía
de Marbella, ciudad de la convivencia por excelencia gracias a su
pasado histórico pero también a su presente de coexistencia
pacífica entre todas las culturas y todas las religiones.
Marbella
es una ciudad de Paz. En nuestra ciudad tiene cabida todo el mundo.
Es por ello que se enorgullece de contar con una magnífica sinagoga
Beth El, con un oratorio llamado Centro RAMBAM en honor al médico,
rabino y teólogo español Maimónides, así como con una Mezquita
única, dirigida por nuestro querido Imam Ali Bachar Allal, y que son
testigos y símbolos de que es posible convivir en paz y ser una de
las ciudades más prósperas de todo el sur de España. Por tanto,
qué mejor lugar para presentar una exposición que rememora un
pasado dorado de convivencia feliz.
LA EXPOSICIÓN
MUSEO CORTIJO MIRAFLORES. MARBELLA (MÁLAGA).
Av. San Pedro de Alcántara s/n. 29600. Marbella (Málaga). Tel: 952902714.
Horario
Abierto de Lunes a Viernes - Festivos Cerrado
Mañanas: 09:00 - 14:30
Tardes: 17:00 - 21:30
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