Aquí pues…en esta gran roca orbital,
insistiendo en perder la vida llenando tanto vacío.
Animales animadversos, olvidáis a menudo que no sois más que el rocío mañanero, el sutil viento que anuncia las frescas tormentas del verano, tal vez la elipse del vuelo de una avispa traicionera que sortea las dulces uvas, el fruto de vuestra tierra.
Desempolvar la vida, desplazarla hacia las dimensiones estelares.
Ser para siempre primavera, ser lo quisisteis ser cuando cerrabais los ojos siendo niños.
Aporrear insistentemente las doradas puertas celestes y abrirlas huyendo de vuestros enojos, desaparecer para siempre en ellas.
Girar como giran los planetas, contornearse emocionados al son del dulce ney.
Comer la miel que se oculta en esos momentos irreales de un futuro que ya no ha de venir.
Aquí pues…en esta gran roca orbital,
Insistiendo en perder la vida llenando tanto vacío.