Endopatía.
Nos hemos referido genéricamente al pensamiento nómada como una parte importante del individuo inquieto y buscador, el pensador nómada, el artista, el cual actua siempre desde una necesidad marcada por el hecho de cuestionar su hábitat con todos sus agregados, religión, economía, política, sociedad, cultura, etc. La necesidad de la trasgresión, deconstrucción para volver a construir, como preconizan los diferentes autores seleccionados en el capítulo precedente.
Este pensamiento, procede evidentemente de un descontento y a la vez de una necesidad, generalmente con talante altruista pues el cuestionador del mundo no procede a actuar en esta magnitud y envergadura conceptual si no es con la sana intención de mejorar su entorno, el de todos .
Así entran en juego en esta transformación del mundo sus valores internos, los sentimientos, las endopatías de cada uno. Estas son las que le llevan a hacerse un nómada. Los sentimientos propios de cada cual, en efervescencia, convulsionando el cuerpo y el pensamiento, empujando a la búsqueda de la solución, moviéndose y obligando a su poseedor a aventurarse en la búsqueda y en la trasgresión.
Endopatía, como aquí lo presentamos, procede de Endos: dentro y Pathos: sentimiento. Es decir: del sentimiento interno. Su sentimiento interno como fuerza cordial y vital que le empuja a actuar, energía de impulso que le obliga a ese pensamiento nómada, de sujeto diferenciable, de buscador incansable.
Igualmente, y más genéricamente podríamos hablar de: Empatía de los vocablos griegos En: dentro, en él, en ello. Y de Páthos: lo que se experimenta o siente, sufrimiento, infortunio, felicidad, pasión, sufrimiento humano, etc. .
En el contexto artístico, que es el que nosotros vamos a analizar, y con respecto al ente creativo, el artista, las endopatía serán las ideologías de autoexaltación propias, las cuales tras un bagaje experiencial, habitualmente trasgresor culminan en una concreción expresiva, comunicativa, provocativa: la obra.
Lo que yo he buscado al crear esta obra, suele decir el artista, es exponer lo que llevo dentro, endos, dar luz a mi propia personalidad, expresarme a mí mismo .
Se trata evidentemente de una dimensión afectivo-empática consistente en la atribución de los sentimientos y estados de ánimo propios a objetos inanimados, lo que da a estos (en su modo de verlos) un carácter especial. La obra como objeto, se impregna hasta tal punto de lo humano, que deviene humana . Este sentimiento endopático se puede considerar como la base del efecto estético que proyecta el sujeto hacia las obras de arte.
La Filosofía Existencialista (Kierkegaard, Merleau-Ponty, Marcel, Heidegger, Sartre), por su parte reivindicó en cierta manera estas experiencias humanas sinceras de espaldas a todo racionalismo o deber ser, la importancia de la responsabilidad y la elección personal, la búsqueda y la construcción de una vida auténtica, la necesidad de la comunicación humana, etc.
La comprensión endopática es algo que se afinca principalmente en el corazón y que trasciende las técnicas o metodologías intelectuales. Por eso podemos hablar del pensamiento nómada como endopatía , como:
Una voluntad de resistencia idealista que parte del sentimiento un proceso Introafectivo que parte de los sentimientos internos, los más recónditos .
Nos hemos referido genéricamente al pensamiento nómada como una parte importante del individuo inquieto y buscador, el pensador nómada, el artista, el cual actua siempre desde una necesidad marcada por el hecho de cuestionar su hábitat con todos sus agregados, religión, economía, política, sociedad, cultura, etc. La necesidad de la trasgresión, deconstrucción para volver a construir, como preconizan los diferentes autores seleccionados en el capítulo precedente.
Este pensamiento, procede evidentemente de un descontento y a la vez de una necesidad, generalmente con talante altruista pues el cuestionador del mundo no procede a actuar en esta magnitud y envergadura conceptual si no es con la sana intención de mejorar su entorno, el de todos .
Así entran en juego en esta transformación del mundo sus valores internos, los sentimientos, las endopatías de cada uno. Estas son las que le llevan a hacerse un nómada. Los sentimientos propios de cada cual, en efervescencia, convulsionando el cuerpo y el pensamiento, empujando a la búsqueda de la solución, moviéndose y obligando a su poseedor a aventurarse en la búsqueda y en la trasgresión.
Endopatía, como aquí lo presentamos, procede de Endos: dentro y Pathos: sentimiento. Es decir: del sentimiento interno. Su sentimiento interno como fuerza cordial y vital que le empuja a actuar, energía de impulso que le obliga a ese pensamiento nómada, de sujeto diferenciable, de buscador incansable.
Igualmente, y más genéricamente podríamos hablar de: Empatía de los vocablos griegos En: dentro, en él, en ello. Y de Páthos: lo que se experimenta o siente, sufrimiento, infortunio, felicidad, pasión, sufrimiento humano, etc. .
En el contexto artístico, que es el que nosotros vamos a analizar, y con respecto al ente creativo, el artista, las endopatía serán las ideologías de autoexaltación propias, las cuales tras un bagaje experiencial, habitualmente trasgresor culminan en una concreción expresiva, comunicativa, provocativa: la obra.
Lo que yo he buscado al crear esta obra, suele decir el artista, es exponer lo que llevo dentro, endos, dar luz a mi propia personalidad, expresarme a mí mismo .
Se trata evidentemente de una dimensión afectivo-empática consistente en la atribución de los sentimientos y estados de ánimo propios a objetos inanimados, lo que da a estos (en su modo de verlos) un carácter especial. La obra como objeto, se impregna hasta tal punto de lo humano, que deviene humana . Este sentimiento endopático se puede considerar como la base del efecto estético que proyecta el sujeto hacia las obras de arte.
La Filosofía Existencialista (Kierkegaard, Merleau-Ponty, Marcel, Heidegger, Sartre), por su parte reivindicó en cierta manera estas experiencias humanas sinceras de espaldas a todo racionalismo o deber ser, la importancia de la responsabilidad y la elección personal, la búsqueda y la construcción de una vida auténtica, la necesidad de la comunicación humana, etc.
La comprensión endopática es algo que se afinca principalmente en el corazón y que trasciende las técnicas o metodologías intelectuales. Por eso podemos hablar del pensamiento nómada como endopatía , como:
Una voluntad de resistencia idealista que parte del sentimiento un proceso Introafectivo que parte de los sentimientos internos, los más recónditos .
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